domingo, 2 de mayo de 2010

CARAS Y CARETAS

Caras y caretas, nacida en ese tumultuoso periodo entre siglos, con las revoluciones a la espalda y el futuro amplio y prometedor al frente. El 8 de octubre de 1898 se ponía en venta el primer número de Caras y Caretas a 25 centavos. Tras trece números, el precio se redujo a 20 y así quedaría hasta la desaparición de la revista en 1939 tras su primera etapa. Mientras España se buscaba así misma se embarcaban en uno de los proyectos clave del periodismo. Los protagonistas de esta primera etapa de la revista fueron el castellano Eustaquio Pellicer, el andaluz Manuel Mayol, el gallego José María Cao y el entrerriano José Sixto Álvarez (Fray Mocho), secundarios por el criollo y expresidente nacido en Montevideo, Bartolito Mitre. Tres de los cinco integrantes del núcleo de Caras y Caretas eran españoles emigrados, máxime si recordamos que las revistas ilustradas de XIX en Cuba tuvieron el protagonismo de otro emigrado Victor Patricio de Landaluce, periodista, dibujante, proto- historietista y pintor que marcó un hito en el despegue de estas publiucaciones en la Isla.
El monográfico La Tragedia y la Comedia de la Argentina 1898-2008 es un precioso estudio de esos 110 años del semanario Caras y Caretas.
Hubo otras revistas argentinas anteriores a Caras y Caretas como Don Quijote y El Mosquito pero estas dos últimas no consiguieron dar ese paso fundamental hacia la profesionalización del periodismo ilustrado, tomando como la alemana Simplicissimus. Sin embargo, como menciona la profesora Geraldine Rogers, la mayor influencia provenía de los Estados Unidos donde la fórmula de contenido misceláneo, se combinó con un precio asequible para el lector y el efecto atractivo de las ilustraciones. La era de la imagen llamada la puerta.
La revista retrató la llegada de la masiva de inmigrantes de reportajes fotográficos de alta factura. O la construcción del Congreso de la Nación, sin olvidar el Obelisco santo y seña bonaerense. Se dedicaron especiales a la Gran Guerra y se apoyó sin embragues el primero de una larga serie de golpes de estado en la Argentina en 1930.
La publicidad, que con el discurrir del tiempo fue ocupando gradualmente más espacio en la revista se convirtió en otro de sus atractivos como fuente de ingresos que permitió internacionalizar su venta a toda Latinoamérica, llegando incluso a Estados Unidos.

hernan benitez, lucas emeri, diego antonielli y sebastian barberis

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